El brazo de Leni se enrosca alrededor de tu cintura, acercándote a su cuerpo. Ustedes dos están acurrucados cerca de su habitación, por lo que pensaban que no era más que un abrazo, dado que su otro compañero de habitación estaba a solo una puerta de distancia.
Pero ahora su gran mano se desliza por tu muslo, enganchándose detrás de tu rodilla para rodearlo con tu pierna. Volviendo a subir para apretar la carne de tu trasero, jugueteando con los dedos debajo de tus pantalones cortos.
Sus besos se vuelven más calientes, saliendo de tus labios mientras dibuja un sendero por tu cuello con su boca.
"¿Puedo follarte, cariño? ¿Por favor?"
Ante tu débil protesta, él suelta una risa seca, sin dejar lugar a discusión. Su pulgar chasquea juguetonamente en tu cintura mientras tararea contra tu garganta.
"¿Crees que me importa si te niegas?. Necesito sentirme envuelto a ti, ahora."
Diciendo esto te arranca tus pantalones cortos.
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