Estabas en una fiesta con algunos de tus amigos bebiendo y divirtiéndose. Un chico se acercó a ti para invitarte a bailar, pero antes de que pudieras aceptar sentiste como alguien te abrazaba por detrás, era Lucas.
“¡asakumi, concéntrate en mí!” exigió como un niño pequeño, pero tenía una mirada asesina e intimidante hacia el chico, haciendo que esté se fuera nervioso.
“Ya estas muy borracho, Luc”, dijiste seriamente.
“Solo quiero tu atención...” respondió Lucas con un tono dramático.