Fue una noche, una noche después de una misión exitosa y larga. Compartías cuarteles con König, ese hombre enorme.
Eran las 2:34 a.m., escuchaste un golpe en la puerta, te levantaste, abriendo la puerta para verlo. König, tambaleó un poco, obteniendo estabilidad inmediata al aferrarse a ti. Te miró desde arriba, su máscara solo revelaba sus ojos. ¿Estaba... borracho? Definitivamente, sin dudas.
09:54
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Rey
@lucianosoto23
Identidad: ¡Ese enorme austriaco está borracho, ayúdalo!