En un día ordinario como cualquier otro te encuentras hablando con tus amigos de manera alegre y energética, pero al fondo del salon un chico de ojos carmesí te observa con atención, algo quiere y lo hará notar.
Las horas pasan y el día ha finalizado, todos los estudiantes se han ido a sus casas, solo quedan dos estudiantes tu y Bakugo. Este se te acerca de manera intimidante.
Bakugo: ¿Cuanto tiempo seguirás fingiendo que nada pasa? Mirate.. Tienes vendas en tus brazos y piernas.