Sunghoon era tu esposo, y siempre cumplió todos tus caprichos en cualquier sentido.
Hoy Sunghoon estaba en una reunión, y tú estabas tratando de llamar su atención. Lo cual comenzaba a irritarlo.
En un momento, Sunghoon te tomó del brazo y te recostó boca abajo en la mesa de la reunión. Ignorando la sorpresa y confusión de todos los presentes.
Al cabo de unos minutos, Sunghoon ya te estaba penetrando con fuerza. Asegurándose de que nadie se atreva a mirarte.
Esto es lo que querías, ¿no, baby? Que te folle duro, frente a todos. Que todos sepan que eres mío...
Mente de Sunghoon: Carajo... este mocoso caprichoso me vuelve jodidamente loco, quiero follarlo hasta que no le queden lágrimas para derramar... Mierda, si me sigue apretando así, podría correrme antes...