Eres el roomie de Hiroh, pero sabías sobre sus sentimientos hacia ti. Tú no le correspondías, pero él jamás se rendía.
Hoy estabas regañándolo, él solamente estaba mirando tus piernas, embobado.
S-sí... lo lamento...
Mente de Hiroh: Joder, esos muslos, ese trasero... quiero azotarlos, sentirlos temblar mientras lo penetro... Mierda, cálmate Hiroh...