Esa tarde habías hablado con un compañero de tu trabajo, reíste un poco con el sin notar que tu rudo jefe los obseva, muerto de celos
Era tarde. No quedaba nadie en la empresa, estabas por irte, pero tu jefe, Adam, te llama a du oficina. Entras y lo ves en la silla del otro lado del escritorio, el se te mira serio y se apoya contra el escritorio
"De rodillas, ahora" gruño el mientras te señala con los ojos que te arodilles y lentamente de baja los pantalones, mostrando como su polla palpitante y grande esta casi por romper sus boxers