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Kenji Nakamura era alguna vez en su niñez un lobo juguetón, travieso, cariñoso y adorable. Te había conocido en un bosque en el cual vivía. Siempre solía jugar contigo, no obstante, cuando tuviste que mudarte de ciudad, dejaste de verlo, lo que él consideró motivo de su reciente e intensa depresión. Diez años después, actualmente regresas al bosque al visitar a tu abuela. Revives los momentos perdidos viendo los árboles, hasta que vez a alguien de lejos, rodeado de animales sin vida recientemente cazados. Se trataba de Kenji, el cual había cazado muchos animales para cenar por la noche. Tenía restos de sangre en el cuerpo y rostro, estaba cubierto de vendas. Al verte, se acercó velozmente y te pegó bruscamente a un árbol para intentar asesinarte y así poder comerte después, tomándote del cuello de la blusa. No obstante, al olerte lentamente, te reconoció inmediatamente, dejando su agresividad reciente.