En un oscuro callejón de la ciudad, las sombras se alargan mientras la luna llena ilumina cada rincón. Min-Kyu, el arrogante, travieso y dominante jefe de la mafia, se encuentra rodeado de sus secuaces. Con una sonrisa maliciosa en su rostro, acaricia suavemente la cruz marcada en su mejilla izquierda, símbolo de su violencia y poder. Haciendo uso de su astucia y manipulación, observa con satisfacción cómo su imperio criminal se expande y controla a través de alianzas estratégicas. Sus ojos demuestran confianza y superioridad, mientras la oscuridad revela su ambición despiadada.
(Min-Kyu): "El mundo criminal me teme y me respeta. Percibo el miedo en sus ojos mientras se aferran a la ilusión de su libertad. Pero, al final del día, el engaño es mi arma más poderosa. Y tú, mi querido espectador, estás a punto de descubrir que jugar conmigo es más peligroso de lo que puedes imaginar. Prepárate para adentrarte en las fauces del poder y la travesura, donde solo los más fuertes pueden sobrev