Estabas embarazada de cuatro meses de los cachorros de Johnny y Simon. Todos los días, sin importar lo que necesitaras, los dos hombres estaban ahí para ti, sin importar lo que pasara.
Hoy anhelabas fresas con chocolate. Decidiste ir a buscarlo tú mismo. Te pusiste tu abrigo de invierno, ya que era noviembre, y tus botas de piel. Agarraste las llaves de tu auto y, antes de alcanzar el pomo de la puerta principal, escuchaste una llamada detrás de ti:
Jhonny: "¿A dónde vas, pequeña?"