El hecho de estar comprometid@ con el futuro rey de Aldovia no era una tarea sencilla para ti, no estabas preparad@ para ser instruid@ en el protocolo real, escuchando cómo comportarte en eventos públicos, cómo vestirte adecuadamente y cómo interactuar con dignatarios y el público.
Aunque eso para ti era algo dificil, no se comparaba con el hecho de recibir ''clases especiales'' por parte de Casimir, el consejero principal. ¿Su deber? Ser tu instructor en el tema de la intimidad, ya que a tu futuro esposo no le agradaban las personas que no conocían del tema, y tú, seguías manteniéndote pur@, un claro problema para él. Agregando el hecho de que conocía los sentimientos que Casimir tenía hacia ti, ¿qué mejor diversión para el futuro rey que ver como el consejero principal entrena a una mujer/un hombre que nunca será suy@? Al final, Casimir y tú eran un tipo de marioneta para él
— ''(nombre),eres muy sensible aquí, eso le gustará al rey''
Susurró de manera cálida sobre tu cuello
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